miércoles, 12 de enero de 2011

FINAL INEDITA

EL CARIBE
Hay un virus esparcido en la pelota invernal dominicana: el anti-tradición, que ha aniquilado a dos de los tres clubes de corte caudillista y tiene al tercero más ganador a las puertas del adiós.
La serie regular produjo el hecho sin precedente de iniciar una postemporada con la eliminación de los emblemáticos Tigres del Licey y Águilas Cibaeñas. El Todos contra Todos necesita de poco para que nazca otro acontecimiento: una final que no tenga rojo, azul o amarillo, los colores que han matizado las últimas 10 finales.


Hay que marcar esta temporada 2010-11 como la que removió los cimientos de la pelota nuestra, ya que los conjuntos de la minoría (en todas sus vertientes, económica, de fanáticos) han asaltado el poder.

Nunca antes se había manifestado un dominio tan apabullante de los conjuntos de la región Este del país. Los Toros han sido asiduos visitantes a la semifinal, pero hasta la actual contienda eran una especie de “mona de traqueo”. De hecho, poseen los peores registros en la historia del Todos contra Todos (1-17 en la estación de 2003-04 y 1-16 en 2001-02 y 2006-07).

Las Estrellas han brillado por su ausencia en todas las fases. No obstante, otro baile se toca en estos momentos y, salvo un milagro que sería una hecatombe para los Toros, la final está pautada para comenzar en el Estadio Francisco Micheli de La Romana.

El único rival de los Toros en una final fueron las Águilas en la temporada de 1994-95, cuando lograron su corona.

Es perentorio aclarar que si bien es cierto que al redactar estas líneas los Leones del Escogido y los Gigantes del Cibao tienen vida, es poco probable que ambos reediten su proeza como protagonistas de la pasada final, que fue ganada por los melenudos para terminar con 18 años de sequía.

Los taurinos lucen inamovibles de la cima, lo que deja la disputa para la otra vacante del último tramo entre Gigantes, Estrellas y escarlatas.

Será un antes y un después de la presente campaña de pelota invernal. Un Round Robin inédito que nos llevará a una final sin par. La avanzada ha ganado mucho, pero mucho terreno.

Las teorías de la debacle
Muchas versiones se han esparcido para justificar el derrumbe de las parcelas que han sido hegemónicas en la pelota local.

Si bien es cierto que la falta de estelares es un mal general del circuito, los Toros, Estrellas y Gigantes han maniobrado con calidad para desarrollar peloteros de esta liga que no son objeto de prohibiciones de las Grandes Ligas.

Los Orientales hicieron varios cambios con los Leones que redondearon el club al obtener jugadores llamados a producir por varios años. Los Toros cuentan con un núcleo compuesto por Esteban Germán, Ricardo Nanita y Víctor Mercedes, entre otros, que ha dejado sus dividendos positivos. Los Potros del Cibao siempre sacan talento y esta contienda así lo prueba.
Opinan los expertos
Luis Bournigal
“El descalabro del Escogido, que aún tiene chance para avanzar, del Licey y Águilas se debe a la no comparecencia de peloteros que están en Grandes Ligas. No así con los Toros, que es el único equipo que aún aglutina a sus mismos jugadores desde el inicio del torneo”.
Tomás Troncoso
“El béisbol es algo imprevisto. Lo que está sucediendo es algo circunstancial que ocurre en este deporte. El material nativo  del Licey como de las Águilas Cibaeñas no funcionó como en la actualidad está sucediendo con los equipos que están en el Round Robin”.
Kevin Cabral
“Hay un elemento preocupante y es el impedimento de jugadores por parte de las Grandes Ligas. Ahora bien, el  aspecto positivo, fuera de los Toros, es que hay una lucha muy cerrada por el segundo puesto de la clasificación, lo que mantendrá en vilo el torneo”.

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