Por Vitito Ojeda // Fiba America
Los
Equipos Nacionales representativos de un país no nacen, ni se hacen de
un día para otro. Esto surge a través de una estructura y una
organización bien planificada y diseñada por un personal competente y de
experiencia.
Cada
Federación Nacional tiene la responsabilidad de establecer una
estructura que le ofrezca visión, control y dirección al programa de
los Equipos Nacionales. Tener una organización del cual todos debamos
sentir orgullo es una prioridad para fomentar equipos que sean nuestra
máxima representación nacional en competencias nacionales.
El
programa de los Equipos Nacionales debe ser establecido y desarrollado
utilizando las experiencias vividas en las pasadas décadas y
competencias internacionales como recursos para fortalecer el desarrollo
del mismo. La historia debe estar ahí para que no se repitan los
errores del pasado y para que podamos aprender de ellos.
El
objetivo es poder seleccionar un grupo de jugadores que nos represente
en competencias internacionales sobre los más altos valores éticos y
principios competitivos. Todo este proceso, guiado bajo una filosofía y
metas dirigidas por un cuerpo de hombres profesionales comprometidos a
fortalecer la programación competitiva internacional para ganar y ser
ejemplo dentro y fuera de la cancha.
Se
debe entender que es posible desarrollar una gran estructura de alto
nivel en conocimiento de sus limitaciones y fortalezas. Pero es
necesario reconocer que sin una estructura, sin recursos humanos,
económicos y sin los administradores competentes se haría muy difícil
transformar el deseo de ver un baloncesto moderno de corte profesional
en cualquier país.
Entrar
en la planificación y adiestramiento del baloncesto moderno implica
grandes cambios estructurales, con todas sus implicaciones físicas,
mentales y administrativas para construir equipos nacionales con
verdaderos expertos en la materia. Los Equipos Nacionales deben
funcionar como una unidad de negocio, con varios departamentos que se
enfoquen en los diferentes aspectos específicos del Programa de los
Equipos Nacionales.
La
responsabilidad de cada Federación Nacional es proporcionar un plan de
desarrollo para seleccionar y darle la dirección un grupo de jugadores
prometedores, para invertir en su juego y habilidades competitivas para
desarrollarlo en un jugador de primera. La atención al desarrollo es
parte esencial del programa.
Introducir
un proceso sistemático, de seguimiento y programado que lleve al
descubrimiento y fortalecimiento de las habilidades físicas y
técnico-tácticas de los jugadores talentosos en servicios de los
equipos nacionales, debe ser una prioridad en este proceso de
evolución.
Es
importante señalar y establecer un listado de requisitos o criterios
para seleccionar a futuros jugadores a ser parte de los Equipos
Nacionales. Desde el principio, el foco principal debe ser la selección
del equipo y el trabajo en equipo.
En
cuantos a los jugadores, en el baloncesto moderno no solo se tiene los
requisitos estrictos para su formación de los equipos nacionales,
inclusive características y habilidades físicas, pero también
requisitos del desempeño técnico con respecto a la personalidad de los
jugadores, el status de su salud, la posición social, así como el
conocimiento psicológico y los aspectos éticos del ser humano.
El Entrenador Nacional
El
entrenador nacional es la persona clave en el desarrollo del plan de
equipos nacionales. Es un ejemplo a seguir por sus conocimientos y
credibilidad personal. Debe jugar el papel de guía, organizador,
planificador y coordinador del equipo.
El
entrenador, con la ayuda de sus asistentes expertos, necesita hacer la
selección final y las decisiones finales del equipo, pues él conoce sus
necesidades. Esto significa que para lograr los resultados positivos,
un entrenador exitoso debe tener la calidad de un director comercial
exitoso.
Debe
rodearse de buenos asistentes y competentes, que deben ser leales,
creer en su filosofía, trabajadores, comprometidos y que conozcan el
juego. Su meta debe ser desarrollar un programa que tenga continuidad en
su filosofía y unos estilos de juego que provean metas desarrolladas
para todo el programa de equipos nacionales.
Además,
deben desarrollar un sentido de trabajo en equipo, enfatizar que los
jugadores necesitan ser ejemplo en los dos lados, dentro y fuera de la
cancha. Deben saber que vestir la camiseta de su país es defender y
respetar la institución del baloncesto a través de sus ejemplos.
Disciplina y las Reglas
El
entrenador del Equipo Nacional debe anticipar y planear sus acciones
en caso de que problemas ocurran con jugadores individuales y grupos
dentro y fuera del equipo.
En
su deber está establecer una serie de normas disciplinarias para lograr
canalizar una buena actitud y un comportamiento adecuado hacia el logro
de buenos resultados.
Debe
haber reglas que sirvan de base y esqueleto del equipo. El Entrenador
del Equipo Nacional debe ser firme, justo y consistente. Su deber es
establecer las reglas desde el primer día de práctica.
La
práctica debe servir para establecer su visión, metas y estrategias a
seguir, acompañada de su filosofía técnica a seguir. El entrenador
debe planear para ganar, mientras asegura el mejoramiento máximo de los
jugadores más prometedores y la calidad del desarrollo del equipo.
El
entrenador debe tener su propia filosofía de entrenador, que
representa las ideas del entrenador de cómo jugar baloncesto, basado
en los principios del deporte.
Desde el primer día, los esfuerzos del entrenador deben estár enfocados en los siguientes logros:
- Los
planes a largo plazo para que los jugadores prometedores alcancen su
nivel máximo de responsabilidad en la preparación física y mental del
equipo y de los jugadores individuales.
- El conocimiento del experto y su preparación para la enseñanza diaria.
- La motivación de los jugadores para el partido.
- Plan de juego y estrategia
- Evaluación y recomendaciones.
No
debe haber espacio para la improvisación, ni tampoco espacio para el
desconocimiento en la implementación del Proyecto de los Equipos
Nacionales. Todo se planifica y se estructura con responsabilidad
profesional para ser un ejemplo a esa sociedad que les respalda.
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