martes, 17 de julio de 2012

Moisés: mejor que Felipe El hijo superó al padre en las mayores



HOY...Mejor promedio. Moisés tuvo más poder y un mejor promedio de bateo que su padre Felipe en una carrera en la que jugó 17 temporadas, la misma cantidad que Felipe
Escrito por: DIONISIO SOLDEVILA (d.soldevila@hoy.com.do)
Las parejas de padres e hijos son famosas en el béisbol de las Grandes Ligas y también cuando se habla de los peloteros dominicanos en las mayores.
Y, sin duda alguna, una de las parejas de padre e hijo más reconocida de todas es la conformada por el legendario Felipe Rojas Alou y su hijo Moisés Alou.
Felipe debutó como jardinero, con los Gigantes de San Francisco en la temporada de 1958, cuando la barrera racial tenía muy poco de haber sido quebrada por Jackie Robinson y en una época en la que solo  otros dos dominicanos se habían uniformado en las mayores: Osvaldo Virgil y Juan Marichal.
Pero en el caso de Felipe Rojas Alou, fue el primer dominicano jugador de posición en tener un puesto regular en las Grandes Ligas, antes de la década de los sesenta.
Felipe demostró desde temprano sus condiciones como un bateador fino y un hombre que más que merecía un puesto en la alineación.
Un tres veces bateador de .300 en la Gran Carpa, Felipe fue un bateador de por vida de .286, jugando para los Gigantes, Bravos tanto de Milwaukee como de Atlanta, Oakland, los Yanquis y los Expos de Montreal, equipo que en un futuro dirigió.
Felipe fue líder de hits dos veces en su tiempo en las mayores, y en una oportunidad también lideró la Liga Nacional en anotadas.
Asimismo, sus grandes condiciones lo llevaron a ser seleccionado tres veces al Juego de Estrellas.
Jugando en una época difícil y tormentosa para los jugadores de color, Alou supo lidiar junto a sus hermanos Mateo y Jesús con todas esas situaciones.
Felipe fue un primer bate potente en sus mejores momentos, logrando acumular 20 cuadrangulares abriendo encuentros.
En sus 17 temporadas en las mayores, acumuló 2,101 imparables, incluyendo 206 cuadrangulares y 359 dobles.
También remolcó 852 carreras, mientras que anotó un total de 985 carreras en el tiempo que militó las mayores.
Pero si tenemos que comparar a Felipe con su hijo Moisés, lo primero que debemos  decir es que los tiempos fueron muy diferentes.
En el caso de Moisés, no tuvo que lidiar con la discriminación racial, ni con los viajes incómodos en autobús.
Pero algo se puede decir del hijo y es que al igual que el padre, fue un tremendo jardinero y un bateador sin desperdicio.
Moisés, en 17 años en las Grandes Ligas, registró ocho temporadas con promedio por encima de .300 y cinco de ellas sumando más de 100 remolcadas.
Acumuló 2,134 indiscutibles en sus 17 años en las mayores, incluyendo 332 cuadrangulares y 421 dobles.
El principal problema que enfrentó Moisés fueron lesiones severas que diezmaron sus condiciones físicas e incluso le llevaron a perder campañas completas, como el caso de la campaña de 1993, cuando se rompió su tobillo mientras jugaba con los Expos de Montreal, o en 1999 cuando se perdió la temporada completa luego de lastimarse severamente la rodilla mientras entrenaba en una caminadora durante el invierno en la República Dominicana.
Pero las lesiones no impidieron que siguiera siendo el bateador temible que siempre fue y al regresar en el 2000 tuvo la mejor campaña de su carrera con un promedio de .355, con 30 cuadrangulares y 114 remolcadas.
Moisés fue seis veces al Juego de Estrellas y en dos oportunidades ganó el Bate de Plata.
La carrera de Moisés terminó con un 2008 en el que solo vio acción en 15 partidos, pero bateando .347 para los Mets de Nueva York.
A pesar de los problemas de lesiones, podemos concluir en que por números, Moisés fue superior a su padre Felipe en las Grandes Ligas, producto de un promedio de por vida de .303 para el hijo, contra un .286 del padre.
Ambos fueron grandes e importantes jardineros con sus equipos, con un mismo apellido y algo muy en común: su tremenda capacidad de producir con el madero.
Cara o Cruz
Mickey Mena
Moisés fue mucho mejor en toda su carrera. Cuando Felipe jugaba... los números de poder no se pueden comparar, pero Moisés fue mejor pelotero que él”.
Juan Mercado
Aunque Felipe fue más atlético y poco más duradero que su hijo Moisés, este último concluyó con una carrera más productiva en términos ofensivos”.

No hay comentarios.: