lunes, 8 de octubre de 2012

El juego está por comenzar El país requiere un equipo donde todos sean importantes, hay que ganar el juego entre todos


ELUNIVERSAL...El beisbol profesional venezolano vive un momento estelar. El extraordinario desempeño de nuestros jugadores presagia una temporada 2012-2013 plena de emociones, que sobrepasa cualquier vaticinio acerca del favoritismo tradicional sobre Magallanes, Caracas o Aragua.

La pelota rentada de nuestro país dejó atrás hace mucho tiempo a dicha actividad en República Dominicana, México o Puerto Rico. Ninguno de los circuitos mencionados puede vanagloriarse de ingresos superiores a los de la Liga Venezolana de Beisbol Profesional por concepto de taquilla, radio o televisión.

Pero más allá de esos detalles, se debe considerar el arraigo de este deporte en nuestro pueblo después de la gesta del campeonato mundial de 1941, conquistado por Venezuela. La expansión del circuito a ocho equipos (con todo listo para diez), la aparición de figuras emergentes como Miguel Cabrera, Asdrúbal Cabrera y, el éxito que han alcanzado y que cada día nos brindan los venezolanos en las grandes ligas, nos lleva a vaticinar que esta nueva temporada estará a la altura de las expectativas de los millones de fanáticos.

El campeonato de pelota permite que la rivalidad de magallaneros y caraquistas, cardenaleros, versus aguiluchos, o margariteños ante anzoatiguenses, permita compartir en el escenario de la pelota aplausos, tristeza, hazañas, emociones. Por muchas diferencias que se tengan, siempre la jocosidad y el ingenio está por delante, sin violencia. Y eso es justamente lo que deseamos destacar: la tolerancia, el respeto hacia el otro, pese a que uno apoye a un equipo y el otro, al contrario.

Venezuela es un equipo, en él cada uno de los "jugadores" es importante. Un buen pitcher no gana por sí mismo el juego, si sus compañeros no conectan hit, hacen las carreras o si no hay un excelente fildeo para hacer out.

Hoy más que nunca ese ejemplo de tolerancia cobra vigencia, el país requiere un extraordinario equipo donde todos sean importantes, hay que ganar el juego entre todos. Y para que un equipo brille, tenga un extraordinario line upnecesita un buen manager que conduzca el equipo de Venezuela.

Y debemos también asumir la tarea de construir país con eso que conocemos como el "espíritu deportivo": al ganador le toca la humildad, al perdedor el reconocimiento; y dejar de inmediato la pasión de la contienda en una página pasada.

A la hora de escribir estas líneas estamos esperando conocer el manager que conducirá el equipo venezolano. Dios permita sea el mejor, para que todos, en igualdad de oportunidades, podamos ganar el juego. Esperamos el grito de playball, el juego está por comenzar.

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