El jugador dominicano de los Detroit PistonsCharlie Villanueva ha pasado estos días por los juzgados y lo ha hecho como testigo de la acusación en el juicio que se sigue contra un ex jugador de la NBA, Tate George, acusado de urdir un fraude piramidal.
Como consecuencia de ese fraude, Villanueva habría perdido los 250.000 dólares que invirtió en la sociedad montada por George, en quien confió, entre otras cosas, por su condición de ex jugador de la Universidad de Connecticut, la misma en la que se formó el jugador de Queens.
George, que jugó en la NBA entre 1990 y 1995, fue detenido en septiembre de 2011 acusado de captar entre 2005 y 2011 a diversos inversores con la excusa de financiar proyectos en el sector inmobiliario. Unos proyectos que nunca se llevaron a cabo.
El ex de los Nets gastó parte del dinero y el resto fue empleado en pagar los intereses prometidos a los inversores previos hasta que el flujo de entrada de nuevos capitales resultó insuficiente y el esquema piramidal se desmoronó.
Testimonio de Villanueva
Dos años después de su detención y posterior puesta en libertad bajo fianza, George afronta en un tribunal federal de Trenton (Nueva Jersey) el juicio por los hechos. Un juicio en el que esta semana estuvo presente como testigo de la acusación Villanueva.
El jugador de los Pistons declaró que entregó 250.000 dólares a George en 2010 para un proyecto inmobiliario denominado Seaview Plaza que había de ser llevado a cabo en Bridgeport (Connecticut) con el objetivo de revitalizar una ciudad en decadencia desde la crisis industrial de la década de los 70 del pasado siglo. A cambio, George le prometió devolver el dinero invertido más 37.500 dólares de beneficio y un 2% anual de intereses.
Villanueva, sin embargo, no llegó a ver un centavo, ni de sus prometidos beneficios ni del dinero invertido. La carta en la que George le informaba de que su dinero podía ser destinado a otros fines de los pactados inicialmente no llegó nunca al buzón del jugador de los Pistons puesto que fue remitida a Rochester (Minnesota), en vez de a la ciudad homónima del estado de Michigan en la que reside Villanueva. Un error que, a juicio de la fiscalía, fue intencionado, al igual que otros similares cometidos por George, como parte de su estrategia de fraude.
En los próximos días se presentarán más testimonios contra George que, en caso de ser condenado, podría tener que afrontar una larga condena.
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