“Siempre voy a los entierros de los demás, porque de lo contrario ellos no vendrán al mío.”
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“El juego no se acaba hasta que
no termina".
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“Uno puede observar muchas cosas con sólo mirar.”
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“En realidad yo nunca dije lo que dije.”
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“Tienes que dar el 100% en la primera mitad del partido. Si eso no fue suficiente, entonces en la segunda mitad tiene que dar lo que queda.”
―Yogi Berra
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“La mitad de las mentiras que dicen de mí no son verdad.”
―Yogi Berra
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“El béisbol es un noventa por ciento mental. La otra mitad es física.”
―Yogi Berra
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“-Profesor de Yogi: ¿Es que usted no sabe nada, Berra? -Yogi: Ni siquiera sospecho nada, señor.”
―Yogi Berra
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“En teoría, no hay diferencia entre práctica y teoría. En la práctica, si la hay.”
[Frase atribuida también al físico Albert Einstein y a Jan L. A. van de Snepscheut.]
―Yogi Berra
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“Es difícil hacer predicciones... especialmente sobre el futuro.”
[Frase atribuida a, entre otros, Niels Bohr.]
―Yogi Berra
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“¿Mala racha? ¡No tengo una mala racha! Simplemente no estoy bateando.”
―Yogi Berra
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“Daría mi brazo derecho por ser ambidiestro.”
―Yogi Berra
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“Creo que es la primera vez que llego tarde tan temprano.”
[Siempre llegaba media hora tarde a las entrevistas. En esta ocasión fueron sólo cinco minutos.]
―Yogi Berra
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“No podría decir si el nudista era hombre o mujer porque se tapaba la cara con una bolsa.”
―Yogi Berra
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Supongo que tengo una esposa inteligente.
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El níquel no vale un centavo más.
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Yo nunca dije que la mayoría de las cosas que dije.
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No se puede pensar y
batear al mismo tiempo
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Les digo a los niños, tengo que ganar de alguien, alguien tiene que perder. Eso sí, no pelear por eso. Simplemente tratar de mejorar.
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-El futuro no es lo que solía ser
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-Nunca respondas una carta anónima
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-Cuando llegues a una encrucijada en la carretera, sigue recto
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-Siempre pensé que ese récord permanecería hasta que alguien lo rompa
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Fue imposible seguir una conversación, todo el mundo estaba hablando demasiado.
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Yo normalmente me echo una siesta de una a cuatro horas.
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Así que soy feo. ¿Y qué? Nunca vi a nadie golpear con su cara.
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Hay que ir con mucho cuidado si uno no sabe dónde va, porque podría no llegar.
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Otras frases famosas de
Yogi Berra: El Sabio
Hoy está cumpliendo años Lawrence Peter Berra, mejor conocido como “Yogi” Berra, el filósofo del beisbol.
Nació el 12 de mayo de 1925 en San Luís, Missouri y creció en una barriada de inmigrantes italianos, “The Hill.”
Aunque se le recuerda como receptor, una de sus grandes virtudes era la versatilidad, podía defender también las esquinas y jugar en el jardín derecho o el izquierdo; donde era necesario, estaba Berra.
Debutó con los Yankees de Nueva York en 1946 con 21 años y por 18 temporadas fue uno de los Yankees más celebres; su último año como pelotero activo en las Mayores transcurrió con los Mets.
En 3 oportunidades ganó el premio al Jugador Más Valioso de la Liga Americana, en dos votaciones alcanzó el segundo lugar y en otra la tercera posición entre los mejores de la temporada. Fue invitado 15 veces al Juego de las Estrellas y tiene importantes records de Serie Mundial: más juegos (75), más hits conectados (71) y es el líder en Series Mundiales ganadas con 10 de las 14 en las que participó; además fue el catcher en el único juego perfecto en Serie Mundial, ocurrido en 1956 haciendo batería con Don Larsen.
Se dice y puede comprobarse a través de los videos, que era buen bateador. Se paraba a la zurda y sabía conectar bolas malas. De hecho una vez le comentaron al respecto y soltó una de sus frases: “Si se pueden conectar son bolas buenas”. Era un bateador tan difícil de ponchar, que en 1950 recibió nada más 12 ponches en 656 turnos, lo que quiere decir que abanicaba una vez cada 50 veces.
La época que le tocó vivir fue la post-guerra, cuando los jugadores de pelota eran considerados verdaderos héroes; y él lo era. Fue firmado por los Yankees en 1942, pero no debutó hasta 1946 porque tuvo que servir en la Marina de los Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial. Sobre eso dijo una vez: “Yo estaba en la armada, pero mi corazón estaba en el Béisbol y con los Yankees”.
Berra consiguió el apodo cuando aún era un jovencito y un amigo, Jack Maguire, también beisbolista y quien jugó un par de temporadas en las Grandes Ligas, le dijo que él se parecía a un “fakir” haciendo yoga, así que le llamó “Yogi”. Años más tarde, jugando para los Yankees, se supo el “mote” y es como lo conoce el mundo entero.
El sobrenombre “Yogi” se hizo tan famoso, que fue inspiración para William Hanna y Joseph Barbera, cuando en 1958 crearon la comiquita del oso glotón del Parque Yellowstone: “Yogie Bear” por “Yogi Berra”.
Fue Coach de los Mets de Nueva York y también de los Yankees, con estos últimos ganó dos Series Mundiales (1977 y 1978), con lo que su fama de “amuleto de la buena suerte” con los del Bronx quedó más que consolidada.
Veo que después de una página refiriéndome a la genialidad del pelotero Yogi Berra, es preciso decir que más allá de todo eso, el legendario careta adquirió fama mundia por sus frases, hoy definidas como “yoguismos”.
Algunos se burlan y dicen que más bien parecen disparates, verdades de Perogrullo, frases “obvias” y no pocos lo comparan con “Cantinflas”, lo que creo no debe molestar a Yogi.
Hay montones de citas; unas que tienen que ver con el beisbol y que reflejan su forma de ver la vida y otras divertidas, relacionadas con su cotidianidad y su peculiar decir los momentos vividos.
“Comprendo por qué Sandy Koufax ganó 15 juegos en 1963, lo que nunca me he explicado es cómo perdió cinco”.
“En el beisbol todo ocurre de un momento a otro, y a veces antes”
“Nadie va ya al Yankee Stadium, cuando ya no hay tickets de entrada"
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“Solía tener mejor suerte cuando bateaba mejor”.
“La mayor genialidad consiste en no decir nada cuando nada genial hay que decir”.
“Cometí un error equivocado”,
No es una locura “Mi futuro ya pasó” cuando pienso en lo que no hice o en lo que ya no tiene remedio,
Si no puedes imitarle, no le copies
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Corta la pizza en cuatro pedazos, no tengo tanta hambre como para comerme seis.
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El béisbol es cuestión de cerebro en un 90 por ciento, la otra mitad es esfuerzo físico.
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Se hace tarde muy temprano
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¿Para qué comprar buenas maletas? Sólo se utilizan en los viajes.
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Es un gran hotel. Las toallas son tan gruesas que casi no puedo cerrar la maleta.
Hay que ir a los funerales de los demás; si no, no vendrán al tuyo.
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Nunca hay que responder una carta anónima.
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Cuando uno llega a una encrucijada debe seguir adelante
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Suelo hacer un par de horas de siesta, desde la 1 hasta las 4.
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Uno puede ver muchas cosas simplemente mirando.
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¿Qué haría si encontrara un millón de dólares? Localizaría a quién los hubiera perdido, y, si fuera pobre, se los devolvería.
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Yo no he dicho todo lo que he dicho.
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