sábado, 31 de octubre de 2015

Al Horford afirma que la eliminación ante Cavaliers fue difícil de olvidar



NUEVA YORK – En el inicio de su carrera, Al Horford quizás hubiese quedado simplemente satisfecho con la aparición en la postemporada y por lo menos el avance a la segunda ronda antes de unas tempranas vacaciones.

Luego de sufrir una barrida sentenciada por LeBron James y los Cleveland Cavaliers en la final de la Conferencia Este, el Todo Estrella de los Atlanta Hawks acababa de completar su octava temporada en la liga y lidiaba con unos largos días mejor adecuados para disfrutar del tiempo libre que bien merecía.







Mientras gozaba los primeros meses de su primogénito, Ean, el dominicano trataba de repetir cada uno de los cuatros reveses que Cleveland le había propinado tras sorprender al mundo del baloncesto con el segundo mejor registro de la liga, segundo detrás de los Golden State Warriors, quienes entonces despacharon a los Cavaliers en el sexto partido de la Final de la NBA.

Antes de arribar al mundialmente reconocido Madison Square Garden para el segundo partido del torneo 2015-16 contra los New York Knicks, el puertoplateño estimaba que había durado “más o menos como un mes” asimilando cada punto de una pasada campaña destacada por Horford y tres compañeros, que junto al entrenador en jefe Mike Budenholzer, representaron la franquicia en el Juego de Estrellas, una asombrosa racha de 19 victorias que capturó la atención de los aficionados y las dos series que ganaron en los playoffs antes de chocar contra los Cavaliers.

Al final del día, la mente del quisqueyano de 29 años de edad estaba repleta de todas aquellas cosas positivas que habían celebrado.

“Yo creo que fue difícil, pero a la misma vez entendí que nosotros hicimos todo lo que pudimos como equipo y tenemos que admitir que ellos fueron mejor equipo y que nos ganaron”, aseveró Horford en un aparte con ESPN Digital horas antes de aplastar a los Knicks la noche del jueves y consagrar su primera victoria de la temporada tras haberla iniciado con una decepcionante derrota en su casa contra los Detroit Pistons.

“Entonces cuando uno es sincero con uno mismo, yo no siento que pude haber hecho nada más. Yo hice lo que yo pude y lo hicimos como equipo. No se pudo”.

Atlanta ahora está más que dispuesto a arrojar aquella imagen de la “Cenicienta”, que demostró la temporada pasada que en esta liga si se puede llegar lejos – lo que algunos analistas consideran inalcanzable – cuando juegan en equipo sin tener que inclinarse a uno o dos o tres jugadores de renombre en el mismo plantel.

“Yo creo que la clave para nosotros es seguir jugando de la forma que nosotros jugamos, que la defensiva tiene que estar ahí”, sentenció Horford, quien aportó 21 puntos y 9 rebotes en el triunfo.

“Ofensivamente tenemos que hacer un buen trabajo compartiendo la pelota y mantener los hábitos que tenemos. Nosotros trabajamos y nos preparamos de una misma forma. La consistencia, yo creo que esa es la clave para nosotros”.

Aunque los Hawks sufrieron la pérdida del escolta DeMarre Carroll en el mercado libre durante el verano pasado, la gerencia de los Hawks mantuvo el núcleo intacto, renovando el contrato del Todo Estrella Paul Millsap.

A pesar de que no se pudieron dar el lujo de fichar a los peses gordos que estuvieron disponibles a través del periodo de la agencia libre, la directiva fue creativa con un par de canjes, trayendo a bordo al brasileño Tiago Splitter, quien conoce la filosofía que ha inculcado Budenholzer en Atlanta, y además, agregaron Tim Hardaway Jr., un joven con un futuro prometedor a despecho de no haber estado en los planes de la reconstrucción de los Knicks.

“Hay definitivamente nueva química. Nos tenemos que acostumbrar un poco más. Ellos se tienen que acoplar a nosotros”, dijo. “Pero lo bueno para nosotros es que tenemos a (Thabo) Sefolosha de regreso y siento que eso nos va ayudar mucho. Nos va a desahogar defensivamente como Splitter también”.

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