viernes, 19 de agosto de 2016

Starlin Castro vive una situación ya conocida en Nueva York



NUEVA YORK - Starlin Castro ya conoce este proceso.

Los Yankees se están rejuveneciendo. En espacio de un mes, canjearon al cubanoAroldis Chapman, al boricua Carlos Beltrán y a Andrew Miller; dejaron en libertad a Alex Rodríguez; y ya se preparan para despedirse de Mark Teixeira, quien tiene previsto retirarse cuando termine la temporada. Para reemplazar a la vieja guardia, los Bombarderos subieron al receptor dominicano Gary Sánchez, al jardinero Aaron Judge y al inicialista Tyler Austin, a la vez que incorporaron a la rotación a Chad Green y al mexicano Luis Cessa.


Nada de esto es nuevo para Castro. En seis campañas con los Cachorros antes de pasar a Nueva York en un canje en diciembre, el quisqueyano vio muchos cambios de la misma índole. Incluso presenció cómo Chicago se desprendió del dominicano Aramis Ramírez, del venezolano Carlos Zambrano y de Jeff Samardzija y estuvo presente cuando la novena convocó a un grupo de jugadores que ha guiado al club al mejor récord en Grandes Ligas esta temporada, entre ellos Kris Bryant, Addison Russell y Kyle Schwarber.

Debido a dichos movimientos, Castro - quien tiene apenas 26 años de edad pese a ser un veterano establecido en comparación con Russell, el jugador que lo sustituyó en los Cachorros, quien tiene 22 años - se volvió prescindible en el norte de Chicago. Lo mismo sucedió en Nueva York con Chapman, Miller y Beltrán.

Pero Castro no le guarda rencor a su ex equipo. De hecho, él mismo ve las semejanzas entre lo que hicieron los Cachorros y lo que están haciendo los Yankees ahora mismo.

"Estoy contento por muchachos como Gary Sánchez, como Judge, como Austin", dijo Castro. "Considero que ellos han llegado para ayudarnos y es bueno verlos llegar y hacer su trabajo. Creo que son bastante buenos también, igual que Addison Russell y Kris Bryant. Creo que estos muchachos tienen un talento parecido al de aquellos. Veo a estos muchachos ahora mismo y son muy parecidos".

A diferencia de Chicago, donde el proceso de reconstrucción dejó a Castro fuera de la organización de la que había sido parte desde que firmó a los 16 años de edad, la remodelación de los Yankees parece incluir al dominicano, quien está bajo contrato por cuatro temporadas más. Es un contraste apropiado, ya que Castro no es el mismo jugador de antes.

El cambio más notable quizás sea el hecho de que Castro ya no es un campocorto. Al trasladarse a la Liga Americana, también cambio de puesto y ahora funge como segunda base. Ha sido una transición difícil, ya que el quisqueyano se encuentra en el último lugar entre los intermedistas titulares del Joven Circuito en UZR, una estadística avanzada que mide el aporte de un jugador a la hora de evitar carreras en relación al promedio de su posición. Pero el manager de los Yankees, Joe Girardi, dijo que considera que Castro ha evolucionado y que se ha visto más a gusto a medida que ha avanzado la temporada, especialmente a la hora de completar los doble plays.

Curiosamente, la nueva posición quizás no sea el cambio más radical que ha experimentado Castro en sus primeros cuatro meses en Nueva York. Su promedio de bateo y porcentaje de embasarse son casi idénticos a los números que registró en el 2015, pero su slugging ha mejorado de .375 a .412. Eso se debe en gran parte al poder que ha hallado Castro, quien ya ha fijado una marca personal con 15 bambinazos esta temporada.

Dado que Castro batea a la derecha y aproximadamente 75% de sus extrabases esta temporada han sido al bosque izquierdo, según Pitch-f/x, el quisqueyano no puede atribuir su mejoría a la poca profundidad del jardín derecho del Yankee Stadium. Pero lo que sí puede ofrecer como explicación es el hecho que ya no es aquel bateador de 20 años a quien le faltaba disciplina.

"Simplemente comencé a sentirme cómodo al bate y traté de ser agresivo", dijo Castro. "Al principio, cuando me tiraban rectas por el medio de plato, daba muchos swings en blanco. Ahora es cuestión de seguir siendo agresivo y darle a la recta al momento preciso".

Pero, ¿qué considera Castro que necesita mejorar para ser un jugador más completo? Desde el punto de vista del quisqueyano, la respuesta es, "Todo". Y Girardi está de acuerdo.

"Debe seguir mejorando en todos los aspectos del juego", dijo el capataz acerca de Castro. "Defensivamente y ofensivamente, en el corrido de bases, a la hora de entender mejor la liga y a los oponentes, ese tipo de cosas. Pero ha jugado bastante bien".

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