lunes, 19 de septiembre de 2016

Hanley Ramírez ha cargado a los Medias Rojas sobre sus hombros


BALTIMORE - Parado en el home, Hanley Ramírez podía escuchar las súplicas de sus compañeros en la banca. El toletero dominicano no quería quedarles mal. Pensándolo bien, ¿cuándo es que Ramírez ha decepcionado a sus compañeros durante este trecho en el que ha atormentado a los rivales con una regularidad asombrosa? La victoria de 5-4 de los Medias Rojas sobre los Yankees la noche del domingo se empezó a gestar durante un momento clave en el cierre de la quinta entrada. CC Sabathia se hizo como pudo con una línea de Mookie Beets con la que debió completar un dobleplay para terminar la entrada. Pero el tiro del zurdo a la primera base fue alto, suficiente como para que Billy Butler no lo pudiese alcanzar.  En ese momento, lo Medias Rojas estaban abajo 4-0. Pero tenían dos hombres en base y el productor de carreras más caliente del planeta en el plato. "Lo estaba escuchando decir en el dogout, 'Hazlos pagar. Hazlos pagar'. Tengo que darle mucho crédito a los muchachos de la banca", dijo Ramírez. "Pujan bien fuerte para mantenernos en el juego". En caso de que ya no haya adivinado qué pasó después, Ramírez bateó un jonrón de tres carreras, una línea que voló el Monstruo Verde. En un abrir y cerrar de ojos, los Medias Rojas sólo estaban abajo por una. "Me alegra que esté de nuestro lado. Es lo único que se puede decir en este momento", dijo Jackey Bradley Jr, jardinero central de Boston. "Electrizante. Uno siente que él va a hacer algo en cada turno que toma". Dos innings después, toda la atención estaba puesta de nuevo sobre Ramírez cuando el quisqueyano se paró en la caja de bateo. Esta vez, la pizarra estaba empatada 4-4 y Ramírez se medía al relevista Tyler Clippard, quien se había visto casi imbateable desde que volvió a los Yankees en un cambio el 31 de julio. Pero Ramírez le conectó otro jonrón sobre el Monstruo Verde, para a Boston arriba por 5-4, una ventaja que los Medias Rojas no perderían el resto de la noche. Fue Ramírez quién empezó todo en esta barrida ante los Yankees con aquel majestuoso jonrón para dejar a Nueva York en el terreno el jueves. Entonces, quizás encaje perfecto en el guion que el último golpe a los rivales de Boston lo diese él. "Para describir lo impresionante que ha sido y el momento que está viviendo Hanley ahora, se puede usar el adjetivo que quieran", dijo John Farrell, manager de los Medias Rojas. "Tiene poder, velocidad en el swing, balance. Todo eso junto. Es una gran amenaza en este momento". Ramírez bateó cuatro jonrones en la serie de cuatro juegos, empatando un récord del equipo que no había logrado nadie desde que el también dominicano Manny Ramírez lo hizo en el 2006. Las nueve empujadas de Hanley son la mayor cantidad para un jugador de Boston ante los Yankees desde el mismo Manny en aquella serie del 2006. Esta temporada, Ramírez tiene una línea ofensiva de .294/.364/.517, además de 28 jonrones y 106 empujadas. Desde el 29 de agosto, suma 11 cuadrangulares y 28 remolcadas en 74 turnos, con un impresionante OPS (porcentaje de embasarse más slugging) de 1.355. El domingo, Ramírez tomó el lugar de su gran amigo David Ortiz como bateador designado y cuarto bate. Si se va a mantener así de caliente, quizás el Big Papi pueda tomarse un mayor descanso en esta recta final. "Pareciese que no perdemos nada si pones a Hanley ahí en el medio cuando le das descanso a David", dijo Farrell. "La profundidad de nuestro lineup es un lujo. Lo que ha hecho (Ramírez) en este regreso, su resurgir, ha sido un factor muy importante para estar donde estamos hoy".

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